Ya hemos comentado en este informativo, en distintos momentos, sobre
varios de los beneficios paralelos de participar de exposiciones, ferias y
otros eventos filatélicos, sin importar el lugar en que se realicen. Entre los
provechos de dichas ocasiones está justamente la oportunidad de reencontrarse
con viejos conocidos, conocer a otras personas, establecer nuevas amistades,
etc.
Fueron varios los “veteranos” de otros momentos que rencontramos en
Essen, como el portugués Julio Manuel Pedroso Maia (comisionado) y la
australiana Linda Lee (expositora), además de los colegas jurados (algunos ya
mencionados en otras notas sobre Essen), como José Ramón Moreno, Giancarlo Morolli, Alfred Schmidt, Jonas
Hällström, Anton van Deutekom, Koenraad Bracke, Peter Suhadolc y Estanislao Pan
de Alfaro.
Alfred, Moreno y Anton
Y en cuanto a los jurados-expositores Joshua Magier,
Joachim Maas, Christine Earle y Jari Majander, a quienes ya conocíamos solo “de vista” o por sus
colecciones, ha sido un gran placer haber hablado con algunos de ellos.
Christine, Piniella y
María Teresa
Otros colegas más, también “familiares” por sus colecciones, ya vistas
y disfrutadas en exposiciones en las que estuvimos (de visita, como comisionado
o jurado), fueron la británica Lesley Marley (quién ganó la Clase Campeona en
el ECTP 2015 con su colección A Whale’s Tale) y los españoles
Francisco Piniella y María Teresa Miralles.
Las imágenes de algunos otros aquí mencionados ya aparecieron de otras
notas sobre Essen.
De manera que hacemos nuestras, aquí, unas palabras de Bonilla Lara, dichas
sobre una exposición 45 años atrás, pero que siguen muy actuales en todos los
momentos del adiós, como en el caso de Essen, “dejando nuevas amistades que
confiamos se afiancen y consoliden en el futuro; despidiéndonos de viejos
amigos cuya separación es siempre una pena; agregando un mundo de nuevas y
gratas impresiones a nuestra experiencia filatélica, hoy el centro de nuestra
vida”.
Por lo tanto, cambian los tiempos, pero el sentimiento, en esta gran
fraternidad filatélica universal a la que pertenecemos, permanece el mismo.