Ya se comentó en este espacio, en otra oportunidad, sobre el importante
trabajo que realizan los comisionados nacionales. Son ellos los que ayudan en
la divulgación de las exposiciones, contactan a los potenciales expositores,
someten sus solicitudes de inscripción a los comités organizadores, recogen las
colecciones, las revisan y empaquetan, las llevan a los eventos competitivos
(por lo general, como equipaje acompañado)… y, al fin de todo, retornan con las
mismas a sus países, trayendo consigo un montón de impresos (boletines,
catálogos, palmarés, certificados, etc.), además, obviamente, de las medallas y
premios, que siempre representan un peso adicional en sus maletas.
Comisarios en una Bin
Room (MALASIA 2014)
A esas abnegadas personas, que dedican tiempo, esfuerzo y recursos
personales al servicio de otros, poco tiempo les queda para aprovechar buena
parte de los “momentos amenos” que otras personas suelen disfrutar
(excursiones, festividades, etc.).
Si bien hay excepciones (o sea, uno u otro que piensa que apuntarse
para la misión es “irse de paseo”), la gran mayoría tiene plena consciencia de
que se trata de un encargo a cumplir, y que implica mucha responsabilidad.
Así que, en un año que promete ser muy “activo” en cuanto a eventos
competitivos nacionales, continentales e internacionales, nunca es demasiado
recordar que tanto la FIP (ver: http://www.f-i-p.ch/,
pestaña Regulations – Commissioners) como la FIAF (ver: http://www.fiaf-filatelia.com/regulaciones/acreditacion_comisarios.html)
tienen sus Directrices específicas para estos “oficiales” (término utilizado
por la FIP), de manera que es fundamental conocerlas en profundidad, para que
el trabajo del comisionado resulte exitoso.
Están bien explicitados, en ambos documentos, el “status” del
Comisionado, cómo son nombrados, lo que es esencial y deseable entre sus
características y capacitaciones, sus deberes y responsabilidades (en varios
artículos), sus privilegios y derechos, y también las obligaciones de los
Comités Organizadores para con ellos, entre otros aspectos.
Los “veteranos en el oficio” conocen perfectamente cada detalle de las
directrices, y los novatos no deben descuidarse de estudiarlas y practicarlas
como cabe.