No todos se dieron cuenta, pero poco antes de la Navidad se despidió
de los lectores del blog de la Asociación Filatélica Ecuatoriana su editor Juan
Pablo de Aguilar Andrade.
Juan Pablo Aguilar
Andrade
De forma discreta, y bajo el lacónico título Despedida, Juan Pablo hizo constar, en la última edición que
preparó y publicó, el siguiente mensaje:
Después de cinco años
como editor de este blog, debo dejar a un lado la tarea por motivos de orden
personal.
Se ha cumplido un
ciclo y, me parece, los logros han sido importantes: 1865 notas publicadas, una
periodicidad semanal ininterrumpida y cerca de medio millón de visitas provenientes
de 145 países, han permitido difundir la actividad de la Asociación Filatélica
Ecuatoriana e incrementar el conocimiento sobre la filatelia ecuatoriana.
Al separarme del blog quiero agradecer a todos quienes de una u otra manera participaron en este proyecto, a quienes lo apoyaron sin reservas, nos enviaron sus textos y comentarios, o difundieron nuestro trabajo y, por supuesto, a todos y cada uno de nuestros lectores.
Al separarme del blog quiero agradecer a todos quienes de una u otra manera participaron en este proyecto, a quienes lo apoyaron sin reservas, nos enviaron sus textos y comentarios, o difundieron nuestro trabajo y, por supuesto, a todos y cada uno de nuestros lectores.
Un nuevo editor se
hará cargo de este espacio, y estoy seguro que lo mantendrá y mejorará, como un
medio consolidado de difusión filatélica.
En adelante, las
comunicaciones de índole personal que deseen dirigirme, deberán enviarse al
correo electrónico aguilarandrade@hotmail.com.
Muchas gracias a todos, unas muy felices navidades y un gran 2016. Espero verles en nuevos proyectos.
Juan Pablo Aguilar Andrade
Muchas gracias a todos, unas muy felices navidades y un gran 2016. Espero verles en nuevos proyectos.
Juan Pablo Aguilar Andrade
Su mensaje habla por sí solo y no cabe sino decir a este nuestro
colega y amigo – un gran colaborador también, por años, de la página de la CT/FIAF
– que esperamos verlo muy pronto “retomando la pluma” en pro de nuestra
afición, algo que verdaderamente le complace. No hacerlo, además de un gran
desperdicio de talento, sería prescindir de algo que para él y su propio
espíritu de filatelista es como un bálsamo.
¡Hasta pronto, querido compañero!