Algo que resulta incomprensible para aquellos expositores que se hacen
presentes en eventos filatélicos competitivos internacionales es que no siempre
se les brinda la debida consideración al momento de la entrega de medallas,
premios y distinciones que ellos lograron conquistar con sus colecciones.
Naturalmente que eso no se aplica a nuestras exposiciones
interamericanas (FIAF), por ejemplo, en las que el Palmarés se caracteriza por
ser una verdadera fiesta, en que TODOS los participantes presentes son
nominados e invitados a recibir sus medallas y diplomas, independientemente del
color de cada una. Pero aquí estamos hablando de otra realidad (y de otra
dimensión, por supuesto), además del hecho de que circunstancias de nuestra
propia historia y tradición nos han hecho así.
Por otro lado, se observa que en las exposiciones mundiales el sistema
es distinto, y se comprende (en parte) por la gran cantidad de expositores presentes,
de tal forma que en las ceremonias de Palmarés por lo general solo son llamados
a recibir sus medallas aquellos que han ganado Oro y Oro Grande, además de los
galardonados con las más altas distinciones y premios.
Pero con algo de buena voluntad, ingeniosidad y, más que nada, sentido
de comprensión, respeto y cariño para con aquellos que tanto esfuerzo hicieron
para armar colecciones, inscribirlas (a costes cada día más prohibitivos) y
hacerse presentes en los locales de cada exposición (lo que representa otra
“pesada” inversión en pasajes, hospedaje, etc.), es posible hacer cosas dignas
de nota.
Uno de estos bellos ejemplos lo pudimos ver en Londres, el año 2000 (The Stamp Show 2000), cuando se
programó, para el domingo 28 de mayo, una especie de “Palmarés diurno”, sin los
costes y los “altos protocolos” del Palmarés tradicional, este último realizado en la
noche del día anterior en el Royal Lancaster Hotel y en cual se entregaron solo
las “más altas” medallas y premios.
La “Awards Ceremony” dominical a que nos referimos se llevó a cabo al final
de la mañana, después del encuentro de los jurados con los expositores ante sus
respectivas colecciones. Estuvo, por lo tanto, abierta a todos los expositores
presentes en Londres (juveniles incluso) que quisieron recibir sus medallas y premios
en esta ocasión.
El local del evento no pudo ser mejor escogido: nada menos que la
Biblioteca Británica (en St. Pancras), que cuenta con uno de los mejores
acerbos filatélicos del mundo, tanto en colecciones como en literatura
especializada.
Arthur Feijó Coitinho, de
Brasil, y paneles agradeciendo el apoyo de
los expositores
Ya a la entrada del local de la ceremonia, hubo una gratísima
sorpresa: se habían colocado algunos paneles con el nombre de cada expositor que
compitió en Londres. Lo que vendría después, llamando la atención de todos, fue
un acto muy bien organizado, que contó con la presencia de las principales
autoridades del Comité Organizador… ¡y del propio Presidente de la FIP!
La entrega solemne de
medallas y premios
Al final, se ofreció también algo de bocadillos y refrescos, un cariño
extra brindado a los participantes, que mucho lo apreciaron. Una fiesta
completa, en todos los sentidos, muy bonita, agradable y emocionante, que quedó
en la memoria y en el corazón de aquellos que allí estuvieron. Después de esta
experiencia, nada más de igual o similar hemos tenido la oportunidad de ver en
las exposiciones FIP en las que hemos participado.
Pero algo muy innovador (por lo menos para los “de fuera”, si acaso se
trata de una tradición en los Estados Unidos) surge ahora también en el caso de
la exposición mundial FIP WSS-NY 2016.
Por medio de una correspondencia recientemente enviada, vía
Comisionado nacional (como cabe), a cada uno de los expositores con colecciones
confirmadas para Nueva York, se les está solicitando el pronto envío de una
fotografía (debidamente identificada, por supuesto) para que sus imágenes sean
presentadas durante la ceremonia de Palmarés.
No sabemos precisamente cómo se hará eso: si será por medio de una
presentación de diapositivas (“slides show”), si por la exhibición de algún
panel (cartelera) o de otra manera; lo que importa es la motivación de la
iniciativa, la simbología del gesto, que denota cariño y respeto para con los auténticos,
eternos y fundamentales protagonistas de cualquier evento como este: LOS
EXPOSITORES.
En Nueva York, por lo tanto, de forma indistinta, a todos se les
brindará el merecido reconocimiento, algo que por lo general solo queda en las
palabras de los discursos.
Sin embargo, para que la idea resulte exitosa, se hace necesaria la
colaboración de cada expositor, toda vez que se ha pedido el envío de sus
respectivas fotografías a la Sra. Gail Saadi (no hace falta que sea, en este
caso, vía Comisionado nacional), haciéndolo directamente para el correo
indicado en el “box” (gail.saadi@ny2016.org)
que, en el sitio web de la WSS-NY 2016,
corresponde a esta muy atenta integrante del Comité Organizador, y que lo
reproducimos en la siguiente imagen.