Indudablemente, la Filatelia Temática, en esta parte del mundo,
siempre ha despertado mucho interés, y en los últimos tiempos ha merecido una
atención especial, con comentarios y manifestaciones diversas en la web, lo que
es muy bueno, ya que no deja de ser una forma de reconocer y reafirmar su
importancia en el contexto filatélico internacional, interamericano en
particular.
Pero se hace oportuno expresar el reconocimiento a las importantes
contribuciones que, desde siempre, los temáticos hemos recogido, no solo de
aficionados a esta misma área, sino también de distintos colegas de otras ramas
del coleccionismo filatélico, de algunas de las cuales poco se comenta, pero
que siempre jugaron un papel importantísimo en la expansión y afirmación de
nuestro hobby.
Nuestros lectores tienen suficientemente claro que en este espacio
tratamos, fundamentalmente, de divulgar las cosas de interés primordial para
los temáticos. Pero en sus respectivos sitios web, blogs, etc. nuestros colegas
de otras clases filatélicas también tratan de “divulgar lo suyo”. Con lo que
ganamos todos, colectivamente.
Ecléticos por necesidad, el hecho es que los filatelistas temáticos
hemos incorporado, a lo largo de los años, muchos de los conocimientos,
experiencias, etc. que provienen de otras áreas del saber filatélico. La verdad
es que nada seríamos si no fuera por todo el aprendizaje originado en las
mismas, ya sea porque algunos transitamos también por otras modalidades (como
aficiones paralelas o complementarias) o porque, de la saludable convivencia
con colegas “tradicionales”, “aerofilatelistas”, “entero-postalistas”, etc.
mucho agregamos de su saber específico.
Intercambio de ideas,
base para avanzar
Diciéndolo de otra forma: un coleccionista temático es, antes que
nada, un “polivalente”: necesita tener un conocimiento consistente (o sea,
compatible) sobre los diversos aspectos inherentes a las otras clases
filatélicas, ya que, en nuestras colecciones, podemos – ¡y debemos! – utilizar
todo tipo de material postal-filatélico apropiado, es decir, proveniente de
prácticamente todas las demás ramas de la filatelia. Además de eso, cuando
exponemos competitivamente, necesitamos demostrar todo el conocimiento
filatélico que resulta del permanente contacto con dichos materiales, y sobre
estos mucho aprendemos con los colegas especialistas en cada materia.
Por lo tanto, a más de la convivencia “plural” que tenemos en nuestros
clubes, asociaciones, etc., las exposiciones filatélicas nos sirven también, y
mucho, para estrechar las relaciones con compañeros de otras especialidades,
admirar sus colecciones, hacer apuntes sobre cosas de interés, etc., siempre
con miras aumentar nuestro saber filatélico y a mejorar nuestras propias
colecciones temáticas. Por eso formamos esa gran y singular fraternidad
universal.