En el caso particular de nuestro continente, si es fundamental estar
atentos a las candidaturas que se vayan a presentar en representación de la
Federación Interamericana de Filatelia – FIAF para los cargos de Vicepresidente
y Director en el “Board” de la Federación Internacional de Filatelia – FIP, no
es menos importante preocuparse también por qué candidatos tendremos para los
diversos puestos disponibles en las Juntas de cada una de las Comisiones
Técnicas de la FIP.
En la cuota que corresponde a la FIAF (como, igualmente, a la FEPA y
la FIAP), son once puestos que, obligatoriamente, necesitan ser ocupados por
candidatos de nuestro Continente (ya que se trata de miembros ordinarios, de
plaza específica), por la vía electoral, en las elecciones que se realizarán en
Taipéi el próximo mes de octubre.
Pero ese número puede aumentar si acaso también se presentan (y logran
elegirse, por supuesto) candidatos de América a los cargos de Presidente y
Secretario de algunas de estas Juntas.
Para aclarar nuestra memoria colectiva, cabe aquí recordar que, como
resultado de las últimas elecciones realizadas para las Juntas de Comisiones
Técnicas en Yakarta (72° Congreso de la
FIP, 2012), quedamos con solo dos Presidentes (Comisiones de Maximafilia y
Juventud) y dos Secretarios (para las Comisiones de Filatelia Tradicional y de
Lucha contra Falsificaciones). Por lo tanto, la menor representación relativa
entre las tres Federaciones continentales, considerando los 22 puestos “de
libre candidatura” (o sea, que pueden ser disputados por cualquier entidad
miembro de la FIP).
Ya en lo que se refiere a los cargos de “ocupación exclusiva y
obligatoria” en cada una de las once Comisiones Técnicas de la FIP, el
resultado electoral de 2012 mostró que Estados Unidos y Argentina fueron los
países que más valoraron la participación de filatelistas nacionales (con
capacidad comprobada y viabilidad electoral, naturalmente) en las comisiones
técnicas de la FIP, y por eso lograron los mejores resultados: el primero, con
cuatro candidatos electos, y el segundo, con tres. A su vez, Brasil, Costa
Rica, Paraguay y Uruguay eligieron un representante cada uno, completando la
cuota específicamente reservada para miembros ordinarios del área FIAF en las
Juntas electas en aquel año.
Por último, no es demasiado mencionar – y por deber de justicia – que,
en el año 2012, el Consejo Ejecutivo de la FIAF tuvo el cuidado de acompañar y
supervisar las candidaturas presentadas por sus entidades afiladas, para evitar
que dejáramos de tener postulantes a cada una de las comisiones, por lo menos
en lo que se refería a la cuota de representación que nos cabe por derecho
estatutario.
Pero aún así llegamos a la situación de ver, al último momento, que
para algunos de tales puestos, no teníamos un candidato siquiera (y ojalá no
nos vuelva a pasar el mismo el presente año).
Como no sabemos qué iniciativas puedan haber sido tomadas, hasta el
momento, por los actores debidamente involucrados en la cuestión, y como
todavía hay tiempo para atender a lo que se espera de la FIAF, no avanzaremos
en ninguna conjetura sobre qué papel jugaremos en las Comisiones Técnicas de la
FIP durante el cuadrienio 2012-2020.
Lo único que se desea es que no renunciemos al derecho de tener, en la
FIP, un protagonismo coherente con nuestra historia y con nuestra condición de
Federación continental más antigua entre todas.