Hemos dicho aquí, en más de una oportunidad, que las participaciones
competitivas (que incluyen las exhibiciones preparadas a partir de colecciones,
así como las obras de literatura filatélica) son los insumos esenciales a toda
y cualquier exposición que se realice o se pretenda realizar.
Partiendo de esa premisa, son los expositores los actores primordiales
para la existencia de exposiciones filatélicas competitivas (que es de lo que
aquí se trata), y por eso merecen (o merecerían) estar en el centro de las
atenciones de todos aquellos que organizan tales eventos mundo afuera. Es lo
que pensamos.
Pero si vamos al GREX para conocer cuáles son los “privilegios” o
“derechos” reconocidos a estos importantes personajes – los expositores –
veremos que son básicamente tres (Art. 18.1): “Dos entradas permanentes para
todo el periodo que dura la exposición [para aquél que se hace presente al
evento, naturalmente]; un catálogo de la exposición; y una copia del informe
del Jurado (Palmarés)”. Por supuesto, queda también implícito el derecho a la
correspondiente medalla y/o diploma, y a recibir algún eventual premio, si
acaso le corresponde.
Catálogo y Palmarés de
dos exposiciones FIP
La verdad es que tales “derechos” pudieran ser algo “relativizados”,
teniendo en cuenta que, para poder exponer, es obligatorio abonar un valor por
la inscripción, definido en el Reglamento Particular de la Exposición (IREX) y
que, en el caso de colecciones, suele ser proporcional a la cantidad de marcos
asignados a la respectiva exhibición.
Sin embargo, hay un derecho fundamental de todo expositor – aunque no
consagrado explícitamente en ningún lugar – que es el de tener pleno y pronto
conocimiento de todo lo que dice respecto a su propia participación (presencial
o no) en cada exposición. Sobre eso, comentaremos algo más en las notas que
siguen.