De un tiempo para acá, prácticamente ya no hay exposición filatélica
que no cuente, en la web, con alguna vía, oficial y ágil, de divulgarse a sí
misma, como también para interaccionar con los potenciales expositores,
comerciantes filatélicos, visitantes, etc.
Las grandes exposiciones mundiales suelen contar con páginas web
oficiales, sean éstas vinculadas a administraciones postales o a entidades
filatélicas organizadoras/patrocinadoras del evento, o mantenidas por empresas
contratadas para su organización, entre otras formas.
Ante a esta cristalina e irreversible realidad, nos parece que en
algún momento tendremos que prever también algunas directrices mínimas en lo
que se refiere al manejo de las informaciones que se entregan en dichas
páginas, para que los expositores y demás interesados (cronistas filatélicos,
visitantes, etc.) puedan saber qué tipo de información pueden esperar, y en qué
plazos, para que puedan usar tales datos según las razones de cada uno.
En la situación en que nos encontramos, vemos sitios web de
exposiciones que son simplemente fenomenales en su organización, eficiencia y
eficacia en la entrega de informaciones, mientras otros todavía se lanzan en la
web y allí se mantienen en un estado que deja mucho a desear.
El GREX, como sabemos, dedica todo un apartado al Comité Organizador
de las exposiciones. En la parte que toca a las Informaciones a cargo del Comité Organizador, es bastante claro
cuando dice que “todo Comité Organizador de Exposiciones de la FIP tiene la
obligación de informar a tiempo y en forma completa respecto a todas las
cuestiones importantes concernientes a la Exposición, a la Junta de la FIP, al
Consultor de la FIP, a las Comisiones de la FIP, a los Comisionados, a los
miembros del Jurado y a los expositores”.
Establece, además, qué debe constar en los Boletines y el Catálogo (e,
implícitamente, también la publicación del Palmarés), toda vez que tales
documentos son parte inherentes a cualquier exposición. Pero en cuanto al
contenido de las páginas web oficiales – instrumentos subsidiarios en el proceso
informativo y una realidad presente e irreversible, insistimos – todavía no
contamos con directrices mínimas establecidas.
Creemos firmemente que se puede avanzar en esa dirección y lo que aquí
se comenta es, más que nada, una contribución al debate.