Los que pudimos acompañar el esfuerzo que hicieron
los colegas de la Asociación Filatélica Ecuatoriana – AFE para organizar la EXPOAFE 150 AÑOS – IV
EXPOSICIÓN FILATÉLICA DEL PACÍFICO SUR quedamos gratamente impresionados
con la que puede ser considerada una verdadera hazaña, que fue producir, en un
corto espacio de tiempo, una enorme cantidad de marcos expositivos para esta
exposición continental.
Pero eso no ha sido cosa que surgió
de la noche al día: resultó de un trabajo iniciado hace cinco años, cuando
ellos se propusieron organizar una exposición nacional (Expo AFE 75 AÑOS), por entonces con solo 120 marcos (o vitrinas,
para ser más exactos). Por esa época, la AFE contaba con solo sesenta marcos,
prestados por el Correo, y consiguieron fabricar expresamente alrededor de
sesenta más. Así lograron realizar esa exposición nacional.
Dos años después, plantearon a la
Federación Interamericana de Filatelia – FIAF organizar la EXPOAFE 2012, que comprendió, en un primer momento, la EXPOSICIÓN FILATÉLICA
NACIONAL (del 16 de agosto al 15 de septiembre de 2012) y, a
continuación, la PRIMERA EXPOSICIÓN FILATÉLICA DEL PACÍFICO
SUR (del 17 al 22 de septiembre). Para hacer frente a ese desafío, llegaron
a los 135 marcos propios, que, con los 60 del Correo, les permitieron realizar
su primera exposición FIAF propiamente dicha.
Aspecto de la EXOPAFE
2012
Pero en este año el vuelo ha sido mucho más alto, ya que la AFE mandó
fabricar 320 marcos adicionales, llegando, por lo tanto, a los 455 propios. Así
que, con los 60 del Correo, pudieron ocupar prácticamente toda la planta baja y
una parte del primer piso del Centro Cultural de la Pontificia Universidad
Católica del Ecuador (donde quedaron las colecciones juveniles), en un
portentoso evento, si consideramos las condiciones de la AFE y la cantidad de
sus filatelistas.
Vista parcial de la
EXOPAFE 150 AÑOS (Imagen: Juan Pablo Aguilar Andrade)
Por último, y como curiosidad: cada marco, a precios del Ecuador, les
salió a los colegas de la AFE a algo como 80 dólares.
El ejemplo de los “visionarios” filatelistas ecuatorianos queda para
reflexión de muchos, dejando claro que cuando hay un objetivo definido,
compromiso colectivo y ganas para avanzar y producir resultados, ¡sí, se puede!