Por su significación histórica para la FIAF, la Primera Exposición Filatélica
Interamericana EXFILBO’ 69 (Bogotá, del 28 de noviembre al 7 de diciembre
de 1969), organizada por el Club Filatélico de Bogotá con el patrocinio de la
Federación Filatélica Colombiana – FEFILCO, ya mereció otras referencias en esta
serie de comentarios que tratan de rescatar algo de nuestra memoria.
CFB y FEFILCO, en sus
respectivos logos de 1969
Como se
sabe, la EXFILBO’ 69 fue la primera
en contar con los auspicios de la FIAF, y lo que hemos buscado analizar, obviamente,
es el papel desempeñado por la filatelia temática en el contexto de cada exposición
que se llevó a cabo en los primeros años de nuestra Federación.
Aunque
la FIAF todavía no contaba con un Reglamento propio para las exposiciones
realizadas bajo su patrocinio o auspicio, o simplemente por ella apoyadas (el
“Reglamento de Exposiciones” solo se aprobaría en la Asamblea de Caracas,
1970), el Acta que se publicó en el documento del Palmarés de la EXFILBO’ 69 dejó bien claro que, en la
evaluación de las colecciones, “se
consideró imprescindible establecer el precedente de que el Jurado actuó con el
mismo severo criterio que se aplica en las exposiciones internacionales”
(entiéndase, FIP). Por otro lado, uno de los artículos del Reglamento
Particular de la exposición, publicado en el Boletín, enfatizaba que “serán descalificadas las colecciones que
contengan sellos incluidos en la lista de la FIP de emisiones consideradas
perjudiciales o nocivas”, acrecentando que “un ejemplar de la lista de la FIP se enviará oportunamente a cada
expositor”.
En
razón de eso, hubo la sumaria descalificación de tres colecciones temáticas que
contenían sellos “incluidos en el Índex
de la Federación Internacional de Filatelia” y que, por lo tanto, fueron “excluidas de toda asignación de premios”.
Entre estas, estaba una presentada por un padre jesuita, que no sabemos cómo
habrá reaccionado…
Portada del Catálogo, que
incluía el Reglamento
Por
otro lado, el mismo Reglamento no establecía límites para la cantidad de
colecciones que pudiera presentar cada expositor individualmente. En cuanto a los
marcos asignables utilizados (que eran más chicos, que conste, con dimensiones
de 68 cm de ancho por 98 cm de altura), las colecciones podrían ocupar “no menos de cuatro (4) ni más de diez (10),
salvo los casos en que, mediante solicitud expresa del expositor, el Comité
Organizador lo considere conveniente”. Como resultado de esa
“flexibilización”, se acabaron asignando a las colecciones temáticas (aquellas
de las que estamos tratando) cantidades que variaron entre tres y doce marcos.
Emilio Obregón (foto del Palmarés)
En cuanto
a la conformación del Jurado Calificador, no era costumbre indicar las clases
que juzgaba cada uno de sus miembros. Así que la única deducción pasible de ser
hecha es que Emilio Obregón habrá participado en esa labor.