Saben los temáticos de hoy que el titulo de una participación
competitiva representa la síntesis del tema desarrollado, y por eso es que debe
ser claro, preciso y conciso. Naturalmente que un eventual subtítulo puede
ayudar a definir el ámbito del tema a tratar. Lo que sí, ya no hay lugar para
los “títulos-narrativos”.
Sin embargo, en el pasado la cosa no funcionaba así y era muy común –
tanto en exposiciones nacionales como continentales – que los filatelistas
temáticos saliesen con títulos rebuscados, imaginando que eso pudiera hacer más
atractivas las colecciones que exponían.
Escena ilustrativa de una exposición de los
años 70 (Imagen: Chile Filatélico)
Del análisis de los títulos de algunas colecciones temáticas que
participaban en exposiciones FIAF pioneras, se observa que éstos variaban desde
los más sencillos a los más prolijos.
Para el primer caso, pudiera ser citado, como ejemplo, el título Botánica (EXFILCA’ 70), cortito y absolutamente general para un tema tan amplio, lo que impide conocer su contenido exacto. La situación opuesta puede ser
bien ejemplificada con esta mezcla de título e introducción que apareció en el
Catálogo de la EXFILIMA’ 71: La Copa del Mundo “Jules Rimet” de Football:
Historia del Football Asociado en forma temática; corregida, aumentada y
actualizada totalmente en 1971, en que su autor no quiso dejar duda – a los
jurados en particular – que su colección había incorporado los ajustes
eventualmente sugeridos en otros momentos, además de nuevas (e incluso muy
“fresquitas”) emisiones postal-filatélicas, por supuesto.
Siguiendo en esa línea, se ve que ni el mismo gran escriba de textos
doctrinarios temáticos de entonces, Emilio Obregón, se resistió a la tentación
de atribuir un título más detallado a una de sus colecciones: El Fenómeno Teatral en la Filatelia, desde
Tespis hasta “Hair” y desde el “Penny Black” hasta la conquista de la Luna
(EXFILIMA’ 71). A favor del ilustre maestro, pudiera caber aquí algo de
condescendencia, si asumimos la segunda parte como un subtítulo, aunque…
todavía “larguito”.
Pero los “campeones” en el “lugar-común” eran los “topicalistas” de
aquellos tiempos, es decir, los que armaban colecciones por tópicos, y que las
titulaban “Tal cosa en la
Filatelia” (o, entonces, “en los
timbres”, “en las estampillas”, “en los sellos”…). En dichos casos, el “Tal cosa” correspondía al asunto
(o tópico) de predilección del coleccionista, y el complemento – o sea, “en la Filatelia” o “en los… (timbres, estampillas, sellos)”, según la denominación más
usualmente empleada en cada lugar para los sellos postales – era de una
obviedad abrumadora...
Pero hay que reconocer también que, ya en aquel entonces, varios
temáticos se destacaban por su creatividad, la innovación y la calidad de las
colecciones que montaban. Y con la evolución habida a lo largo de los años es
que llegamos a lo que es hoy nuestra afición, con colecciones temáticas que ya
rivalizan con las mejores del mundo en otras clases, y disputan con ellas los
grandes premios en exposiciones internacionales.