Todos los filatelistas sabemos la importancia de las dispersiones
filatélicas, esenciales no solo como forma de recaudar recursos adicionales
para nuestras respectivas entidades asociativas, sino también, más que nada,
para fortalecer internamente los lazos de camaradería y fomentar el intercambio
de material entre aficionados.
Ya tuvimos la
oportunidad de señalar, en otras ocasiones, el trabajo que realiza la
Asociación Filatélica Ecuatoriana – AFE con sus tradicionales Dispersiones
Temáticas.
En realidad, desde
que se fundó hace 80 años, la AFE ha hecho, prácticamente sin interrupción, una
dispersión de filatelia ecuatoriana por mes. Pero desde hace unos cuatro años,
Alfonso Carrillo, entonces Presidente de la AFE, empeñado en difundir la
Filatelia Temática, tuvo la idea de agregar seis dispersiones anuales, en los
meses impares, con materiales de interés para los coleccionistas temáticos.
Por lo que se sabe, estas dispersiones
empezaron con muy poco material y no eran muchos los interesados, pero con el
tiempo han adquirido un carácter similar a las otras, de manera que en los días
actuales ya reúnen un buen grupo de gente.
Bueno, es natural que se incluya también la
numismática (que es de interés adicional para quienes incursionan en la Filatelia
Abierta) y piezas de la filatelia universal, estrategia esta que ha servido
para atraer nuevos socios, para consolidar la relación con los numismáticos y,
en algunos casos, hacerles filatelistas. Y además cumple el papel de despertar,
en los filatelistas de otras clases, el interés por la Temática.
Por supuesto, varias otras entidades en distintos países realizan sus
dispersiones. Pero la idea de realizar algunas específicamente para los
temáticos nos parece una muy buena, y nuestros colegas ecuatorianos nos
demuestran que el camino es efectivamente satisfactorio, en todos los sentidos.